lunes, 22 de octubre de 2012

Inteligencia Espiritual






La inteligencia espiritual, es un estado superior al de la inteligencia emocional, que es la capacidad de controlar las emociones. Esto es lo que afirma Pilar Sordo en su libro “Bienvenido dolor”.
La inteligencia espiritual permite ser más feliz, porque nos damos cuenta del sentido de todo lo que nos pasa y de todo lo que hacemos.
Para poder disfrutar de la vida hay que aprender a convivir con el dolor, porque tenemos el deber moral de ser felices.
Se aprende lo más importante de la vida con el dolor y el dolor es algo que no se puede evitar, porque es parte de la vida.
Cuando nos atrevemos a vivir el dolor y lo expresamos plenamente, con toda nuestra bronca, pena o impotencia, el dolor tiene el poder de transformarnos.
No se trata de luchar contra el dolor sino de acostumbrarse a vivir con él y al mismo tiempo , siendo capaces de cumplir con nuestra obligación de ser felices.
Uno elige el sufrimiento pero tiene que aceptar el dolor.
Los duelos, las enfermedades y las pérdidas exigen una actitud de desapego, agradecimiento, voluntad y perdón, y eso se logra con la inteligencia espiritual.
Asumir la felicidad como un deber moral hace que no nos aferremos a nuestras aflicciones.
Las personas felices también tienen los mismos problemas, sólo que eligen no perder la sonrisa por las penas de su alma, y tienen la actitud de vivir y disfrutar del presente, porque se dan cuenta que no pueden controlar nada; y sólo pueden agradecer, cambiar sus prioridades y actuar en consecuencia.
El dolor, dice Pilar Sordo, es un misterio indescifrable, pero las preguntas que suscita nos sirven para crecer.
Se puede seguir viviendo con las penas, respetándolas y escuchándolas, porque al final dejan de estar en primer lugar y se depositan en el fondo del alma.
Elegir ser feliz desde los dolores del alma, exige un esfuerzo, pero luego se siente la satisfacción de haber sido capaces de vivir con el dolor, sin contaminar el resto de nuestra existencia.
La vida nos enseña a aceptar las pérdidas y las despedidas, aunque nos sorprendan, permitiéndonos comprender que todo lo que tenemos es prestado, que no es nuestro y que el amor trasciende las ausencias.
El dolor es una lección que tenemos que aprender , y cuando más rápido se aprenda mejor nos parecerá la vida.
El perdón nos libera dice Pilar Sordo; porque la rabia y los rencores son las expresiones más grandes de esclavitud.
Las personas que no perdonan no pueden ver los acontecimientos desde una perspectiva más alta y se quedan estancados en el por qué, sin reparar en el para qué.
Todo esto se logra con la evolución, venciendo los propios demonios y no cediendo ante ellos.
Pilar Sordo no pretende transmitir sabiduría sino compartir experiencias a partir de la observación. No propone ninguna hipótesis sino solamente incursionar en estos temas que son los que preocupan a todos, sin prejuicios, aprendiendo de los que ya han transitado este camino y ya han evolucionado.
Sus libros son de lectura sencilla y están al alcance de cualquier nivel, incluso para aquellos que nunca leyeron un libro.
Fuente: “Bienvenido dolor”; Pilar Sordo.