Las emociones no deberían ser juzgadas o reprimidas. Las emociones
son una parte vital de ustedes como seres humanos, y como tales
necesitan ser respetadas y aceptadas. Ustedes pueden considerar a sus
emociones como a sus niños, quienes necesitan su atención y respeto, y
su guía.
Una emoción puede ser mejor vista como una ener
Una emoción puede ser mejor vista como una ener
gía
que viene a ustedes para ser sanada. Por lo tanto, es importante no
dejarse llevar completamente por la emoción, sino permanecer capaz de
observarla desde una postura neutral. Es importante estar conciente. Uno
podría decirlo de este modo: ustedes no deberían reprimir una emoción,
pero no deberían sumirse en ella tampoco. Porque cuando ustedes se
anegan en ella, cuando ustedes se identifican con ella completamente, el
niño en ustedes pasa a ser un tirano que los llevará a extraviarse.
Lo más importante que ustedes pueden hacer con una emoción es
reconocerla, sentir todos los aspectos de ésta, mientras no pierden su
conciencia. Tomen por ejemplo la ira. Ustedes pueden invitar a la ira a
estar totalmente presente, experimentándola en su cuerpo en varios
lugares, mientras ustedes están al mismo tiempo observándola
neutralmente. Tal tipo de conciencia es sanadora. Lo que sucede en esta
circunstancia, es que ustedes abrazan a la emoción, lo cual es
esencialmente una forma de incomprensión, con comprensión. Esto es
alquimia espiritual.
Por favor déjenme explicar con la ayuda de
un ejemplo. Su hija se ha golpeado su rodilla con la mesa y está
realmente herida. Ella está perturbada, gritando con dolor, y ella patea
la mesa porque está enojada con ella. Ella considera que la mesa es el
origen del dolor.
La guía emocional en este momento significa
que los padres primero ayuden a la niña a nombrar a su experiencia. “Tú
estás enojada, ¿no es así? – tienes dolor, ¿correcto?”. Nombrarlo es
esencial. Ustedes transfieren la raíz del problema desde la mesa a la
niña misma. No es la mesa, eres tú quien está dolorida, eres tú quien
está enojada. ¡Y sí, yo comprendo tu emoción!
Los padres abrazan
la emoción de la niña con comprensión, con amor. En el momento en que
la niña se sienta comprendida y reconocida, su ira se desvanecerá
gradualmente. El dolor físico puede aún estar presente, pero su
resistencia al dolor, la ira alrededor de esto, puede disolverse. La
niña lee compasión y comprensión en sus ojos, y esto relaja y calma sus
emociones. La mesa, la causa de las emociones, ya no es más pertinente.
Al abrazar una emoción con comprensión y compasión, ustedes cambian
el foco de la atención de la niña desde el exterior hacia el interior, y
ustedes le enseñan a la niña a tomar responsabilidad por la emoción.
Ustedes le están mostrando a ella que su reacción a un disparador
externo no es algo determinado, sino que es una cuestión de elección.
Ustedes pueden elegir incomprensión o comprensión. Ustedes pueden elegir
luchar o aceptar. Ustedes pueden elegir.
Esto también se aplica
a las relaciones con sus propias emociones, su propio niño interior.
Darle cabida a sus emociones, nombrarlas y hacer un esfuerzo por
entenderlas, significa que ustedes verdaderamente respetan y aprecian a
su niño interior. Hacer el cambio desde lo ‘externo’ hacia lo ‘interno’,
tomar responsabilidad por la emoción, ayuda a crear un niño interior
que no quiere herir a nadie más, que no se siente victimizado. Las
emociones fuertes – ya sea ira, aflicción o temor – siempre tienen el
componente de la impotencia, ej sentir que ustedes son la víctima de
algo que es externo a ustedes. Lo que ustedes hacen cuando se enfocan,
no en las circunstancias externas a ustedes, sino en cambio en su
reacción y en su dolor, es que ustedes ‘descartan’ al mundo externo como
la causa de sus emociones. Ustedes no se preocupan mucho más por lo que
ocasionó la emoción. Ustedes se vuelcan completamente hacia el interior
y se dicen a ustedes mismos: muy bien, ésta ha sido mi reacción, y
comprendo por qué. Comprendo por qué me siento del modo en que me
siento, y voy a asistirme en esto.
Volverse hacia sus emociones
de esta manera amorosa, es liberador. Esto requiere una especie de
autodisciplina. Librar a la realidad exterior de ser el ‘orígen del mal’
y tomar ustedes mismos total responsabilidad, significa que reconocen
que ‘ustedes eligen reaccionar de un cierto modo’.
Ustedes dejan
de discutir sobre quién tiene razón y quién no la tiene, quién es el
culpable de eso, y ustedes simplemente liberan la cadena completa de
eventos que sucedieron fuera de su control. ‘Yo ahora experimento esta
emoción con total conciencia de que yo elijo hacerlo así’. Esto es tomar
responsabilidad. ¡Esto es coraje!
La autodisciplina en esto es
que ustedes renuncian a ser rectos y a ser la víctima desamparada.
Ustedes renuncian a sentirse encolerizados, incomprendidos y todas las
otras expresiones de victimización que pueden sentirse totalmente bien
en algunos momentos. (De hecho, ustedes frecuentemente estiman a las
emociones que más los traban). Tomar responsabilidad es un acto de
humildad. Esto significa ser sincero con ustedes mismos, incluso en sus
momentos de mayor debilidad.
Esta es la autodisciplina que se
les pide. Al mismo tiempo, esta clase de vuelco hacia el interior
requiere la mayor compasión. La emoción a la que ustedes están
francamente preparados para enfrentar como su propia creación, también
es considerada con tierna comprensión. ‘Tú eliges la cólera esta vez,
¿no es así?’ puede ser lo que descubran respecto a ustedes mismos. La
compasión les dice: ‘Muy bien, puedo ver por qué, y te perdono’. ‘Tal
vez cuando tú sientas más claramente mi amor y apoyo, tú no te sentirás
inclinado a tomar esa respuesta la próxima vez’.
Este es el verdadero rol de la conciencia en la autodisciplina. Esto es lo que significa la alquimia espiritual.
La conciencia no pelea o rechaza nada; ésta rodea a la oscuridad
con comprensión. Ésta rodea las energías de incomprensión con
comprensión y así convierte el metal en oro. La conciencia y el amor son
esencialmente lo mismo. Ser conciente significa dejar que algo sea y
rodearlo con su amor y compasión.
Con frecuencia ustedes piensan
que ‘la conciencia solamente’ no es suficiente para superar sus
problemas emocionales. Ustedes dicen: yo sé que tengo emociones
reprimidas, conozco la causa de ellas, soy conciente, pero esto no pasa.
En ese caso, dentro de ustedes hay una sutil resistencia a esa
emoción. Ustedes mantienen la emoción a una distancia, por temor o por
sentirse agobiado por ella. Pero ustedes nunca son agobiados por una
emoción, cuando ustedes concientemente eligen admitirla.
Siempre
y cuando mantengan la emoción a una distancia, ustedes estarán en
guerra con ella. Estarán luchando con la emoción y ella se volcará en
contra de ustedes de varias maneras. A la larga ustedes no pueden
mantenerla fuera. Ella se manifestará en su cuerpo como un dolor o una
tensión, o como un sentimiento de depresión. Sentirse agotado o fatigado
es un claro signo de que ustedes están reprimiendo ciertas emociones.
La cuestión es que ustedes necesitan permitir que sus emociones
entren a su conciencia plenamente. Si ustedes no saben exactamente qué
emociones hay ahí, ustedes muy bien pueden comenzar por sentir las
tensiones en su cuerpo. Ésta es una puerta para las emociones. En su
cuerpo todo está acumulado. Por ejemplo, si ustedes sienten dolor o
tensión en el área de su estómago, ustedes pueden ir ahí con su
conciencia y preguntar qué hay. Permitan que las células de su cuerpo
les hablen. O imaginen que, allí mismo, el niño está presente. Pídanle
al niño que les muestre qué emoción es predominante en él o en ella.
Hay varias maneras de ponerse en contacto con las emociones que hay
dentro de ustedes. Es esencial reconocer que la energía que quedó
atascada en la emoción quiere moverse. Esta energía quiere ser liberada y
por lo tanto golpea a sus puertas como una queja física o como un
sentimiento de estrés o depresión. Para ustedes, es cuestión de
realmente abrirse y estar preparado para sentir la emoción.
Las
emociones son parte de su realidad terrestre – pero ellas no deberían
dominarlos. Las emociones son como las nubes para el sol. Por
consiguiente es tan importante ser conciente de sus emociones y
tratarlas concientemente. Con un cuerpo emocional claro y equilibrado,
es mucho más fácil entrar en contacto con su alma o núcleo interior, a
través de su intuición.
En su sociedad hay mucha confusión en
torno a las emociones. Esto es evidente, entre otras cosas, por la
cantidad de debate y confusión que hay con respecto a cómo educar a sus
niños. Los niños son claramente mucho más emocionalmente espontáneos de
lo que son ustedes como adultos. Esto crea dificultades. ¿Qué ocurre si
se sobrepasan algunos de sus límites morales? ¿Qué sucede si la
situación se va de las manos y surge el caos? ¿Uno tiene que castigar a
los niños o permitirles expresarse libremente? ¿Sus emociones tienen que
ser controladas o no?
Lo que es importante en la educación de
un niño es que él aprenda a comprender sus emociones. Comprender de
dónde vienen y ser responsable por ellas. Con su ayuda, el niño puede
aprender a ver sus emociones como ‘estallidos de incomprensión’. Esta
comprensión evita que él quede ‘anegado’ en sus emociones y pierda el
control. La comprensión libera y los lleva de vuelta a su centro, sin
reprimir la emoción. Los padres le enseñan a su hijo a tratar con las
emociones de esta manera siendo el ejemplo viviente de ello.
Todas las preguntas que ustedes se hacen acerca de cómo tratar con sus
hijos también se aplican a ustedes mismos. ¿Cómo se las arreglan con sus
propias emociones? ¿Son duros consigo mismos? ¿Cuándo se sienten
enojados o tristes por mucho tiempo, se castigan a ustedes mismos
diciendo: “vamos, sigue andando, y no te quedes colgado”? ¿Suprimen la
emoción? ¿Sienten que castigarse a sí mismo es bueno y necesario? ¿Quién
les enseñó esto? ¿Fueron sus padres?
¿O se van al otro extremo?
Se ‘revuelcan’ en sus emociones, no queriendo soltarlas. Con frecuencia
este también es el caso. Ustedes pueden haber sentido por mucho tiempo
que eran una víctima de una situación externa a ustedes, por ejemplo su
educación, su pareja o su ambiente de trabajo. En un determinado
momento, puede ser muy liberador entrar en contacto con la ira dentro de
ustedes relacionada con las cosas negativas que los influencian. La ira
puede permitirles escaparse de estas influencias, y seguir su propio
camino. Sin embargo, ustedes pueden enamorarse tanto de su ira, que ya
no quieren más darse por vencidos. En lugar de ser una puerta, esto pasa
a ser una ‘forma de vida’. Entonces surge el papel de víctima, que es
cualquier cosa menos sanador. Esto les impide a ustedes mantenerse en su
propio poder. Es muy importante ser responsables de sus propias
emociones y no hacer de ellas ‘verdades absolutas’. Cuando ustedes les
dan a ellas la condición de verdades, en lugar de considerarlas como
‘estallidos de incomprensión’, ustedes basarán sus acciones en ellas, y
esto los llevará a tomar decisiones no centradas.
Lo mismo
sucede con los niños a quienes se les permiten demasiada libertad
emocional. Ellos ‘corren desenfrenados’ y se vuelven incontrolables;
ellos se vuelven pequeños tiranos, y eso no está bien. El caos emocional
es tan desagradable para el niño exactamente como lo es para los
padres.
En breve, ustedes pueden ser tanto estrictos como
demasiado indulgentes al tratar con sus emociones (y, en analogía, con
sus niños). Quiero examinar un poco más el modo ‘indulgente’, porque
éste parece ser más el tema de discusión hoy en día. Desde los ‘sesenta’
ha habido una comprensión colectiva de que no se suprimirían sus
emociones, porque entonces se estaría sofocando su espontaneidad y
creatividad, en efecto su verdadera alma. La sociedad produciría niños
obedientes y disciplinados quienes prestarían más atención a las reglas
que a los susurros del corazón, y esto sería una tragedia – tanto para
la sociedad como para el individuo.
¿Pero qué hay en el otro
extremo: qué hay en cuanto a justificar las emociones de tal modo que
ellas asumen la dirección y gobiernan sus vidas?
Ustedes pueden
observar muy bien dentro de ustedes si hay emociones que las estiman de
tal modo que las están considerando realmente como verdades (en lugar de
lo que ellas realmente son: estallidos de incomprensión). Ustedes se
han identificado con estas emociones. La paradoja es que, muy
frecuentemente, éstas son emociones que les causan mucho sufrimiento.
Por ejemplo: victimización (‘yo no puedo hacer esto’, ‘yo no puedo
ayudar en esto’, liderazgo (‘yo me ocuparé de esto’, ‘yo lo voy a
manejar’), tristeza, miedo, ansiedad, etcétera. Estas son todas
emociones que son dolorosas pero aún así, en otro nivel, les dan a
ustedes algo especial de qué agarrarse.
Tomen el ‘sentimiento de
víctima’. Puede haber ventajas en este patrón de sentimiento. Puede
darles a ustedes una sensación de seguridad. Los libera de ciertas
obligaciones y responsabilidades. ‘Yo no puedo ayudar, ¿o sí?’ Es un
rincón oscuro en el cual se están sentando, pero parece un lugar seguro.
El peligro de identificarse o ‘fundirse’ con tal patrón de
sentimiento por mucho tiempo es que ustedes pierden contacto con su
propia verdadera libertad, su núcleo divino más interno.
En el
camino de su vida pueden haber entrado cosas que justificadamente han
provocado emociones de cólera y resentimiento dentro de ustedes. Esto
puede haber sucedido durante su juventud, más tarde, o incluso en vidas
pasadas. Es muy importante que ustedes contacten estas emociones
conscientemente, y que se percaten de la cólera, de la tristeza o de
cualquier otra energía cargada intensamente dentro de ustedes. Pero en
determinado momento, ustedes necesitan tomar responsabilidades por sus
emociones, porque ellas constituyen susreacciones a un suceso externo.
Ser centrados, ser claros y poderosos y estar en equilibrio
espiritualmente, significa que toman una total responsabilidad por todas
las emociones que están en ustedes. Entonces ustedes pueden reconocer
la emoción de (por ejemplo) cólera dentro de ustedes y al mismo tiempo
decir: esta fue mi reacción a un determinado suceso. Yo rodeo está
reacción con comprensión, pero al mismo tiempo me propongo liberarla.
La vida finalmente no se trata de ser correcto; se trata de ser
libre y completo. Es muy liberador soltar viejas respuestas emocionales
que han pasado a ser un ‘estilo de vida’.
Uno podría decir que
todo gira en torno al sutil camino intermedio entre suprimir emociones y
sumirse en ellas. En ambos extremos, ustedes han sido educados con
opiniones e ideales que no concuerdan con la naturaleza de la alquimia
espiritual. La esencia del desarrollo espiritual es que ustedes no
suprimen nada, sino que al mismo tiempo toman total responsabilidad por
eso.
Yosiento esto, yo elijo esta reacción, por lo tanto yo
puedo sanarlo. Reclamar su maestría, en verdad de esto se trata mi
mensaje.
Tal vez no es realmente un camino intermedio, sino un camino diferente.
Todo esto tiene que ver con la alquimia espiritual. Al aceptar todo
lo que está dentro de ustedes, se elevan sobre eso y pasan a ser su
maestro. La maestría es tanto fuerte como dócil. Es muy tolerante y aún
así requiere de gran disciplina: la disciplina del coraje y la
sinceridad.
Reclamen su maestría, vuélvanse los maestros de las
partes y piezas que los torturan, a menudo a espaldas de ustedes. Entren
en contacto con ellas, tomen responsabilidad. No se dejen llevar por
heridas emocionales inconscientes que los desvían y que bloquean su
camino hacia la libertad interior. Es su conciencia la que sana. Ningún
otro puede recuperar por ustedes el poder sobre sus propias emociones.
No existen instrumentos externos o medios para eliminar esas emociones.
Es siendo conscientes de ellas, con fuerza, con determinación y con
compasión, que ellas son liberadas a la Luz.
Llegar a estar
ileso y libre en el nivel emocional es uno de los aspectos más
importantes del desarrollo espiritual. Quiero finalizar diciendo esto:
no hagan esto más difícil de lo que es. El camino espiritual es un
camino simple. Se trata de del amor por ustedes mismos y de la claridad
interior. No requiere ningún conocimiento específico ni rituales
específicos, reglamentos o métodos. Todo lo que ustedes necesitan para
su desarrollo espiritual está dentro de ustedes.
En un momento
tranquilo, vayan a la parte sensible de ustedes. Dejen que este lado
sensible les diga lo que necesita para ser aclarado y purificado dentro
de ustedes. Confíen en su intuición. Trabajen en eso. Crean en ustedes
mismos. Ustedes son el maestro de su vida, el maestro de su único camino
hacia el amor y la libertad.